Liberado del dolor de Hallux sin cirugía

Cuando estaba de compras, Arthur Rusch sintió un dolor tan intenso, que hubiera preferido no andar más. Tenía un juanete.

El médico aconsejó a este jubilado de 70 años, que se debía someter a una intervención quirúrgica. Sin embargo, Arthur se echó para atrás porque existía el riesgo de que su dedo quedara rígido para siempre. Por su propia cuenta, buscó una solución alternativa para reducir el dolor. Así que descubrió kybun, y probó un par de zapatos. Le sorprendió desde el primer momento, el efecto del zapato con su suela suave y elástica. Hoy en día, Arthur Rusch vuelve a llevar una vida sin dolor. Esto a pesar de tener un juanete y no haberse operado. "Puedo dar largos paseos y volver a andar. Nunca esperé esto. Los dolores han desaparecido por completo", dice el jubilado, que vive en el lago Constanza. Cuenta su historia para animar a otros pacientes de hallux, a que existe otra alternativa a operarse.